Varias definiciones de crianza - esa palabra que anda en boca de todos los que hablamos de crianza respetuosa, empática, sensible- se refieren a esta como si solo se tratara del desarrollo físico, nutritivo o de educación; por esto, me dí a la tarea de desarrollar mi propio concepto y decidí sumarle en forma de adjetivos la palabra confianza: "esperanza firme que se tiene de alguien o algo; seguridad que alguien tiene en sí mismo; ánimo, aliento, vigor para obrar" (Real Academia Española)
   
      De esta reflexión se desprende el nombre del libro: Criar en la confianza, porque cuando se acompañan las necesidades y emociones de un niño con respeto y empatía, el entorno se vuelve nutritivo, lo que se traduce en que los menores confíen en sus cuidadores para conocer el mundo y en su propias habilidades para explorarlo.